Seguía la escuela matemática, donde el profesor enseñaba a sus discípulos por un método dificilmente comprensible en
Las proposiciones y demostraciones se escribían sobre una delgada oblea, con tinta compuesta por una mezcla encefálica.
El estudiante trbaga la oblea hallándose en ayunas, y en los tres dias sucesivos no debía comer ni beber nada. fuera de agua y pan . Una vez digerida la oblea, la tintura ascendia al cerebro, llevando consigo la demostración.
Pero el éxito hasta entonces no habia sido completo, en parte por error en las dosificaciones y en parte por la perversidad de los muchachos , para quienes aquella ingestion era tan nauseabunda, que generalmente ocultaban la oblea en la boca y la escupian luego, aparte de que nunca podia persuadirseles de que guardaran la abstinencia tan larga como el método requeria